¿Son las mujeres más propensas que los hombres a manifestar disfunciones visuales?


Estudios recientes sugieren que las mujeres son más propensas a ciertas enfermedades oculartes, ¿sabes cuáles?

En 2001, un análisis de setenta estudios poblacionales de prevalencia de la ceguera demostró que dos tercios de todas las personas ciegas y con disfunciones visuales en todo el mundo son mujeres. En 2004, un análisis de los datos de ocho estudios de prevalencia de ceguera y baja visión no encontraron mayores índices de ceguera en mujeres, per se, pero la prevalencia de baja visión ajustada por edad era significativamente mayor en mujeres en el grupo de raza blanca, mientras que no difería significativamente por género en el grupo de raza negra o de hispanos. Sin embargo, otro estudio publicado el mismo año sugería que los problemas visuales aumentan con la edad y son mayores en las mujeres latinas que en los hombres latinos. Los datos de los miembros de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) sugerían que no existía diferencia por género.

Las diferencias entre sexos en los índices de ceguera y problemas visuales, cuando se observan, pueden ser explicados por:

Longevidad femenina. Debido a que las mujeres viven más que los hombres, sufren más ceguera causada por enfermedades relacionadas con la edad. Dos de las más importantes son la catarata y la mucho menos tratable degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Factores intrínsecos. Varias enfermedades oculares son intrínsecamente más prevalentes en las mujeres. Por ejemplo, se ha demostrado que el síndrome de ojo seco es de dos a tres veces más prevalente en mujeres que en hombres a cualquier edad. Además, las mujeres tienen más riesgo de padecer enfermedades autoinmunes (reumatológicas), que tienen frecuentemente importantes manifestaciones oculares. Algunas de las más comunes de estas enfermedades incluyen el lupus sistémico eritematoso, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple y el síndrome de Sjögren.

El acceso a la asistencia sanitaria. La mayor prevalencia de ceguera y problemas visuales en las mujeres puede estar asociada a una limitación al acceso a la asistencia sanitaria debida a factores sociales y económicos. La frecuencia y/o la calidad de la asistencia sanitaria buscada por las mujeres o accesible a ellas podría ser diferente a la de los varones.

Entre los factores conductuales o ambientales que pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas oculares, aunque no intrínsecos al género, se incluyen: la malnutrición, la obesidad (un factor de riesgo para la diabetes/retinopatía diabética) y, especialmente, el tabaco. Este último es un factor de riesgo demostrado para desarrollar catarata y DMAE, al igual que para desarrollar enfermedad cardiovascular, cáncer e ictus.
No obstante, sea en virtud de los números absolutos o de un mayor riesgo, las mujeres deben conocer cómo prevenir la ceguera y los problemas oculares en ellas mismas, sus familias y su comunidad. Con este fin se formó la Women’s Eye Health Task Force (WEHTF), con el objetivo de encarar activamente la necesidad de una mejor comprensión de los asuntos de género y ceguera. 
La WEHTF se dedica a reducir la carga de la ceguera y los problemas visuales a través de la defensa de los asuntos de salud ocular de las mujeres; a apoyar la educación pública concerniente a la prevención y al tratamiento de las enfermedades oculares; a crear conciencia entre las organizaciones profesionales de los asuntos de salud ocular de la mujer y a asegurar que las prioridades de investigación oftalmológica reflejen la importancia de la salud ocular de la mujer.

El Comité Ejecutivo y el Consejo Asesor de la WEHTF incluyen oftalmólogos, epidemiólogos y otros científicos interesados de muchas universidades y organizaciones de todo el mundo. La WEHTF tiene su base en el Instituto de Investigación Oftalmológica Schepens (The Schepens Eye Research Institute —SERI—) en Boston, Massachussets, USA, y se puede contactar con ella a través de su página web en http://www.womenseyehealth.org

El tema de la ceguera jugó un papel muy importante en el primer estilo distintivo del pintor español Pablo Picasso (1881-1973), conocido como su Etapa Azul. En él creó tres retratos representado la ceguera: La Celestina (una mujer), El Viejo Guitarrista (un anciano) y La Comida del Ciego (un hombre sentado a la mesa para comer). Hoy en día los pintores interesados en la ceguera como tema podrían encontrar más mujeres que hombres como modelos para el lienzo.

AUTORES:
ILENE K. GIPSON, PhD1, VIRGINIA M. TURNER, PhD 


FUENTE:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0365-66912005000600002

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